FABRICACIóN

Los procesos de fabricación de los cementos se diferencian en dos tipos básicos: por "vía seca" y por "vía húmeda". En ambos casos, la materia prima principal es la piedra caliza con requerimientos específicos en cuanto a su contenido de carbonato de calcio.

La piedra se extrae de yacimientos usualmente a cielo abierto, por medio de voladuras con explosivos, y se tritura en dos o tres etapas hasta reducirla a un tamaño máximo de 25 mm. Posteriormente se muele hasta una granulometría sumamente fina, se le agregan fundentes como arcillas, minerales de hierro, etc., se almacena y se homogeneiza constituyendo el material intermedio denominado "harina cruda", para alimentar el horno.

A diferencia del proceso por "vía seca", en el de "vía húmeda" la molienda de harina cruda, su homogeneizado y la alimentación del horno se efectúan en presencia de agua, por lo cual el producto intermedio recibe la denominación de "pasta".

En el horno, el material se cocina a 1.450 ºC en una etapa llamada clinkerización. Su producto emergente es el clinker, en el cual la piedra caliza finamente molida se ha nodulizado, transformándose químicamente hasta hacerse hidráulicamente activa.

El clinker pasa por una etapa de enfriamiento rápido y posteriormente se muele con el agregado de pequeñas cantidades de yeso y otras adiciones, obteniéndose así los diversos tipos de cementos, que son almacenados en silos para su posterior embolsado o despacho a granel.